miércoles, 26 de noviembre de 2014

Meditación de los elementos que componen el cuerpo




"Inhalo, sé que estoy inhalando. Exhalo, sé que estoy exhalando"
A medida que llevo mi completa y firme atención hacia mi inspiración y espiración, siento como mi abdomen se levanta y luego baja.
El aire es fresco a medida que penetra mis fosas nasales y luego se hace más cálido a medida que sale.
Los pensamientos y emociones pasan a través de mi atención, a veces llevándome con ellos. Me atrapo a mí mismo y vuelvo a traer mi atención hacia mi estómago. "Adentro, afuera". De pronto, noto que mi respiración se hace cada vez más lenta. Puedo ver mis pensamientos y emociones claramente como si estuviese en la rivera de un río observando la corriente que lleva ramas, hojas, un pato. Sonrío a medida que cada una de estas cosas pasa, dejo descansar mi mente de manera sólida en mi cuerpo. "Inspiro, Estoy consciente de mi cuerpo. Espiro, relajo mi cuerpo." Baño mis pies con atención plena, completamente consciente de que no estoy parado ni caminando.
Siento aprecio por mis pies y todo lo que ellos me permiten realizar y disfruto del sentarme, dándoles a mis pies un descanso temporal de la carga que significa el peso de mi cuerpo. Se sienten livianos y en calma. Mi atención plena sube para así abrazar mis tobillos, pantorrillas y canillas - estas firmes raíces que me permiten estar de pie. Me asombra verlas trabajar en armonía para permitirme correr, saltar, escalar. Ahora, pueden descansar. Siento como la parte inferior de mis piernas dan un suspiro de alivio. Mi atención ahora se enfoca en la tensión de mi muslo derecho. He mantenido ese músculo apretado mientras estuve cruzado de piernas. Con la atención plena libero la tensión de mi pierna. El músculo se suaviza y el dolor desaparece. Ahora me vuelvo consciente del contacto de mi espalda con el cojín y mi pelvis completa.  Veo mi pelvis como el ancla de mi cuerpo entero: equilibrando mi centro de gravedad, sosteniendo mi espalda, permitiéndome estar de pie y sentarme erguido. Contemplo el importante rol de la pelvis en la evolución humana. Gracias  pelvis, por ser estable y firme. Suavemente, llevo mi atención hacia mi abdomen y espalda baja.
Siento como mi abdomen se eleva y luego baja. Mis músculos están relajados, sostenidos por mi postura erguida. A veces contraigo los músculos abdominales demasiado, atento a  que mi estómago no sea tan notorio.  Esto a veces causa indigestión, lo que hace que uno se sienta más hinchado aún.

Alivio toda la tensión y le envío mi cariño. Ahora siento como mi pecho se llena de aire a medida que inhalo y como se vacía a medida que exhalo. Puedo sentir mi corazón latiendo.
Por 28 años mi corazón no se ha detenido nunca y mis pulmones no han dejado de respirar. Ellos lo hacen sin que yo se los pida. Todo lo que necesitan es mi cuidado y atención. Mis pulmones respiran más profundamente y mi corazón late más despacio. Están en calma, descansando. Con la siguiente inhalación me hago consciente de la sensación de mis hombros descansando hacia abajo. Mi atención plena fluye por mis hombros hacia la parte superior de mis brazos, codos, antebrazos, muñecas y finalmente llega a mis manos que descansan en mi regazo.
Durante el día entero mis brazos y manos toman cosas, escriben, preparan comida. Ahora ellos descansan sin hacer ningún esfuerzo.
Este es un momento de regocijo. Siento el aire pasando por mi garganta y me hago consciente de mi cuello sosteniendo el peso de mi cabeza. Mi cabeza está perfectamente equilibrada, ni muy atrás ni muy adelante, y así mi cuello no tiene que trabajar tanto.
Dejo que mi quijada se suelte, dándole espacio a mis muelas. Una suave sonrisa se dibuja en mis labios a medida que relajo los músculos de mi rostro y dejo ir la tensión de mi frente.
Estoy totalmente presente en mi cuerpo, en este instante, en calma y en paz.

"Inspirando, me hago consciente del elemento tierra en mi cuerpo.
Exhalando, no veo separación; Soy uno con la Tierra."

Mi mente se vuelve al reconocimiento y contemplación de los elementos que componen mi cuerpo. Veo que el elemento tierra es el calcio en mis huesos, el hierro en mi sangre, la proteína en mis músculos, las vitaminas, la comida en mi estómago, el excremento en mis intestinos. 

Toda la materia sólida en mi cuerpo proviene de la Tierra. Veo el elemento Tierra en todo lo que ingresa en mi cuerpo en cada momento, mi cuerpo está integrando la Tierra. No hay separación; mi cuerpo es una manifestación de la Tierra.

"Inspiro, me hago consciente del elemento agua en mi cuerpo.
Exhalo, no existe separación; Soy uno con el agua."
Mi atención ahora se enfoca en los elementos líquidos en mi cuerpo: la saliva, lágrimas, orina, sangre. Todas estas partes de mi cuerpo son parte del agua que sustenta toda forma de vida. Estoy consciente de que sin el agua, mis lágrimas se secarían, mi sangre se coagularía, mis riñones dejarían de funcionar, y mi cuerpo se recalentaría por la falta de sudoración. El agua en mi cuerpo viene de los jugos presentes en los vegetales que como, el agua y el té que bebo, los ríos, los lagos, océanos y la lluvia. Este cuerpo es solo un agregado del agua. Soy uno con el elemento agua.

"Inspiro, me hago consciente del elemento aire en mi cuerpo.
Exhalo, no existe separación; Soy uno con el aire."
Siento mis pulmones llenándose con aire a medida que respiro. Incluso si mis pulmones están vacíos, estoy consciente de la presencia del oxígeno en el aire que se traslada a cada célula en mi cuerpo. Veo que no hay un solo momento en el que no haya aire pasando a través de mí. El aire que respiro es el mismo que todos los seres respiran: humanos, plantas, animales. No veo separación entre mí y el aire. Somos uno.
"Inspiro, me hago consciente del elemento fuego en mi cuerpo. Exhalo, no existe separación; Soy uno con el fuego."
A medida que mi abdomen se eleva y baja, reconozco la sensación de calidez que vive ahí. Veo el elemento fuego en el calor que mi cuerpo crea a través del metabolismo - digiriendo los alimentos y quemando las calorías. Veo que todos los seres consumen y transforman la energía. Todos estamos ardiendo, y un día vamos a consumirnos. Nunca habrá más energía yendo y viniendo; Este proceso se denomina termodinámica. Veo que mi cuerpo es animado por la energía del calor, el elemento fuego.
No existe separación; Soy uno con el fuego.
 
"Inspiro, me hago consciente del elemento espacio en mi cuerpo.
Exhalo, no existe separación; Soy uno con el espacio."
Mi atención plena de manera natural se mueve desde el calor, que es el movimiento de las moléculas, hacia el espacio entre las moléculas. Veo el espacio entre mis costillas, permitiéndole a mi pecho expandirse y contraerse con cada respiración. Veo el espacio entre las articulaciones, de modo que mis brazos y piernas puedan moverse. Y, veo el espacio entre cada átomo en mi cuerpo. La forma es vacío, el vacío es forma. No existe separación; Soy uno con el espacio.
"Inhalo, me hago consciente del elemento consciencia en mi cuerpo.
Exhalo, no existe separación; Soy uno con la consciencia."

Contemplo el elemento que manifiesta este cuerpo desde la tierra, el agua, el fuego, el aire y el espacio. Veo el almacén de la consciencia, la consciencia que estaba presente como las células de este cuerpo organizándose a sí mismas mientras aún estaban dentro del vientre de mi madre, la consciencia que estaba presente antes de que aprendiese a llamar a este cuerpo "yo" - antes de que aprendiese que era un ente separado.
Esta es la misma consciencia que hace a los árboles crecer, los ríos crecer y a las estrellas brillar. Esta consciencia manifiesta este cuerpo. NO existe separación; Soy uno con la consciencia. "Inhalo, resido en el momento presente. Exhalo, este es un momento maravilloso". Mi atención retorna a las sensaciones de estar sentado en el cojín. Ya no hay más un cuerpo aquí. Solo una manifestación de vida como un montón de arena, o un torbellino, o una brisa pasajera, o una flama titilante. El límite entre mi piel y el resto del mundo ha desaparecido; mi cuerpo ha desaparecido, sin embargo, no existe parte alguna de este momento en el que no me encuentre presente. Soy uno con la vida.
¡Qué maravilloso!

Translated by Pam Ina