jueves, 14 de marzo de 2013

La Perfección de la generosidad



El acto de dar es esencial en el budismo. Dar incluye la caridad, o entregar ayuda material a las personas que están en necesidad. También incluye dar guía espiritual a aquellos que la buscan y entregar bondad amorosa a todos los que lo necesitan. Sin embargo, la motivación de dar a los demás es tal vez tan importante como lo que se da. Dar sin esperar, sin pretender, sin alimentar el ego, sin atarnos al objeto o el objetivo, simplemente actuar donde se nos permita actuar, cultivando una motivación limpia y desinteresada.¿Cuál es la motivación correcta o incorrecta?  



 El Anguttara Nikaya, una colección de textos de la sección Vinaya Pitaka del Canon Pali, enumera una serie de motivaciones para la práctica de la caridad. Estos incluyen ser avergonzado o intimidado para sentir que es necesario dar, dar para recibir un favor, dar para sentirse bien consigo mismo. Estas son clasificadas como las motivaciones impuras.

 

Buda enseñó que cuando damos a los demás, debemos dar sin esperar recompensa.  
Damos sin apegarnos a la idea de dar, no nos apegamos al que recibe, o a lo que estamos dando. Practicamos la entrega para liberar la codicia y el apego al ego.Algunos maestros proponen que dar es bueno porque acumula méritos y crea karma que traerá la felicidad futura. Otros dicen que incluso esto es una demostración auto-apego y  expectativa de recompensa.  
En el budismo Mahayana, en particular, se dice que cualquier mérito que pueda venir del acto de dar se debe dedicar a la liberación de los demás seres.


ParamitasEl acto de dar con una motivación pura es llamado dana paramita, o "perfección de la generosidad".

Es el primero en la lista de paramitas o perfecciones, que se cultiva en la práctica budista.  


Las Seis Perfecciones son:

    
Dana paramita, la perfección de dar 

    Shila paramita, la perfección de la disciplina
    
Kshanti paramita, la perfección de la paciencia
    
Virya paramita, la perfección del esfuerzo
    
Dhyana Paramita, la perfección de la meditación
    
Prajna Paramita, la perfección de la sabiduría 





Evitar los extremos

El
último paramita, la sabiduría, es el que se une al primero, creando un ciclo. Mientras todavía nos estemos clasificando en dadores y receptores, estamos fallando a la primera perfección o dana paramita. 

La sabiduría nos enseña que existe el dar y recibir, pero no hay dadores ni receptores de lo dado. 
Al mismo tiempo, no existe el acto de dar sin recibir.  
En cierto sentido, dar y recibir son una sola acción.  
Si  dar es "beneficioso", entonces recibir es igual de beneficioso.

 


Shohaku Okumura escribió en el periódico de Soto Zen,  que durante un tiempo él no quiso recibir regalos de los demás, pensando en que se debe dar y no recibir. "Cuando entendemos la enseñanza de esta manera, simplemente creamos otro estándar para medir lo que se gana y lo que se pierde.
Entonces estamos todavía atados a ese concepto y no hemos comprendido la verdadera cara de la generosidad.En Japón, cuando los monjes salen a la calle pidiendo limosna de la manera tradicional, usan enormes sombreros de paja que ocultan sus rostros en parte. Estos sombreros también les impiden ver el rostro de aquellos que están dándoles limosna.  

No existe dador, no existe receptor, solo el acto puro de la generosidad.


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