viernes, 15 de febrero de 2013

El cuerpo como práctica del dharma


El cuidado de nuestro cuerpo es una práctica importante. Necesitamos que nuestro cuerpo esté saludable para que podamos practicar las enseñanzas del dharma.  Movimientos
conscientes y relajación profunda pueden sustenta , mejorar nuestra salud y nuestra felicidad en la práctica, además de mantenernos en contacto con nuestro cuerpo.

Cada día podemos proponernos poner en práctica a lo menos 10 movimientos conscientes,  hacer de ese instante una oportunidad para reunir nuestra mente y cuerpo. Disfrutemos de darle espacio a nuestro cuerpo, expandir nuestra consciencia hasta tocar el cielo y realizar la liberación hasta tocar el suelo. 

Podemos realizar los ejercicios con conciencia plena de nuestra respiración y de nuestra acción.  

De a poco iremos sintiendo que encontramos un sentido natural y profundo de equilibrio y flexibilidad en nuestro propio cuerpo y  mente. Practiquemos de forma relajada,  ya que si nos forzamos no ganaremos nada.

Practicar la relajación profunda, como comunidad, crea una energía maravillosa de paz y armonía.  

Se trata de una práctica total de "dejar ir" y regresar para cuidar nuestro cuerpo y mente a través del amor, la observación y la compasión.  

Usamos la respiración como un ancla que nos ayuda.  


Nuestra respiración es como una ola del mar, meciéndose suavemente en nosotros en una paz profunda.  
En este estado de reposo, el cuerpo y la mente pueden liberar sus cargas, problemas y preocupaciones.  
Una gran sanación tiene lugar al dejar ir y  descansar en ese estado de relajación total. Podemos utilizar estas técnicas en cualquier momento en que necesitemos descansar.

La práctica de los movimientos conscientes y relajación profunda nos permiten escuchar profundamente  nuestros cuerpos. Aprendemos a ser amables con nosotros mismos y darnos espacio para comprender y crecer.  



Practicando de esta manera, nuestro cuerpo se convierte en nuestro amigo y no una carga para nuestra práctica. La compasión hacia nosotros mismos penetrará en nuestras interacciones con los demás. 
Caminar, moverse, sentarse, pararse y mantener nuestro cuerpo son fiel reflejo de nuestro estado de ánimo. Cuando nos movemos con facilidad y ligereza entre los demás todo a nuestro alrededor también se siente ligero y relajado en nuestra presencia.
¡Practiquemos el dharma también con nuestro cuerpo!
:D!

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